Wiki Mi Pequeño Pony: Fan Labor
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Episodio 1[]

Twilight se encontraba en la cafetería de la escuela, había hecho algo que pocos creían posible, luego de tanto esfuerzo por conseguir un noviazgo con Flash Sentry habían terminado en menos de unas semanas. Todas sus amigas la habían mirado atónitas cuando ella les confesó que aquel chico no era lo que se había imaginado, aunque se molestaron por haber malgastado mucho de su tiempo en planes para que se conocieran finalmente terminaron por perdonar a la joven adolescente. Twilight no se había vuelto a interesar en otro chico de la escuela, de hecho la experiencia con Flash parecía haberla disuadido de intentar encontrar a otro galán para su vida.

-Te ves decaída...- Anunció la voz de Sunset, cuando Twilight levantó la vista de la mesa ya estaba sentada a su lado, de cierta forma le reconfortaba hablarle aunque solo fuera para disculparse por todos los inconvenientes causados en esos meses. -No es nada, solo pensaba...- le respondió suspirando y volviendo a bajar sus ojos, le incomodaba que los ojos de su amiga la interrogaran por mucho tiempo.

La mano de Sunset la tomó desde el mentón y la acercó con un ligero tirón, habían quedado frente a frente con muy poca distancia entre sus rostros. Twilight no tardó en sonrojarse por aquella incómoda situación, le resultaba extraño que todo eso estuviera ocurriendo. -¿Qué ocurre Twi? ¿Te dan ganas de besarme?- las preguntas parecían perforar su mente, inconscientemente ella se estaba acercando a los labios de Sunset. -No...- intentó negar con la diminuta fuerza de voluntad que aún mantenía pero cada vez estaba más cerca de su objetivo.

La campana sacudió a Twilight de sus evidentes intenciones e hizo que Sunset la soltara, ¿Qué había sido eso? La princesa solo podía pensar en algún hechizo, un truco de Sunset para distraerla. No podía concebir en su mente la idea de que estuvo a segundos de besarla. -Eres muy impulsiva- dedicó Shimmer con un tono burlón mientras se retiraba a su clase. -Impulsiva...- susurró para sus adentros mientras tomaba sus cosas lentamente.

Durante el resto del día el episodio se le repetía en la mente, ¿Debía besarla? ¿Debía esperar? Había esperado con Flash, había utilizado a sus amigas en miles de formas distintas y al final todo había salido mal. Al parecer la articulada Twilight Sparkle, Princesa de la Amistad, debía volverse más impulsiva en sus acciones. "Impulsiva" nuevamente esa palabra, volvía otra vez a la cafetería a esos segundos, todo daba vueltas en su cabeza. -Muy bien, pueden retirarse- anunció el profesor mientras recogía sus libros y abandonaba el salón. -Maldición, me la pasé pensando en Sunset y ni siquiera tomé apuntes- se regañó a si misma por haber perdido dos horas de su vida entre sus pensamientos, al salir del salón los estudiantes comenzaron a despedirse, fue entonces cuando Twilight chocó accidentalmente con Flash.

-Hola Flash- suspiró con algo de pesadez en su voz, no estaba dispuesta a una charla larga y parecía demasiado apurada aunque ese día no tenía que hacer nada. -Hola- saludó algo distante el peliazul sin entrar en mucho detalle. -Debo preguntarte algo importante- expresó Twilight con una emoción repentina que hizo sonreír a Flash mientras asentía con la cabeza. -¿A Sunset le gustan los besos con lengua?- preguntó la princesa dejando atónito al muchacho, la sonrisa se había desvanecido y solo quedaba incertidumbre. -No lo sé- respondió el aturdido y permaneció así hasta que Twilight lo empujó sin mucha delicadeza y se retiró a gran velocidad del lugar. -Como si fuera a volver contigo- descargó con voz potente mientras pasaba a su lado, lo suficientemente segura para quebrar el ego del muchacho.

Cuando finalmente llegó a la salida pudo divisarla en la puerta, Twilight apretó los puños, estaba nerviosa pero no sería nuevamente la chica insegura que planea las cosas. Se adelantó unos pasos hasta la entrada, mirando fijamente a Shimmer. Al llegar a una corta distancia jaló a la muchacha desde su chaqueta negra y reduciendo la distancia entre ambas la besó. Fue un beso largo, dulce y a la vez apasionado, Twilight se sentía en las nubes y Shimmer no parecía tener intención de soltarla. Al dividirse Sunset comenzó a besar el cuello de su amiga pero esta la apartó bruscamente hacia atrás. -No, eso después, disfruta el beso- declaró la princesa mientras se retiraba dejando a Sunset confundida pero a la vez satisfecha. -¿Significa que somos novias?- preguntó la pelirroja a su compañera -Significa que tenemos una aventura- le respondió sin voltearse, levantando la mano derecha en señal de despedida.

En aquel momento, Twilight cambió, ya no era una niña que fantaseaba con un novio perfecto ahora solo le interesaba vivir el momento. Las aventuras que la vida le depararían, se veían brillantes y sin ningún compromiso.

Episodio 2[]

El aroma a lavanda invadía la habitación, ambas mujeres parecían deleitarse con sus miradas, sus labios se buscaban mutuamente entre las sombras. Ninguna decía nada, ambas habían sospechado que aquel momento llegaría, pero había sido tan repentino que a esas alturas pareció tomarlas por sorpresa. -Twi...light- susurró con voz agitada la pelirroja mientras intentaba incorporarse, su cuerpo tembloroso delataba el cansancio y su rostro sonrojado era evidencia de que lo que había ocurrido entre ambas aún la estremecía. La princesa no le respondió, se limitó a abrazarla desde abajo y juntar sus labios nuevamente, le agradaba tenerla en la palma de su mano y esa sensación de poder cada vez se le hacía más deliciosa. -Hablas mucho...- declaró Twilight al separarse de los labios de Shimmer, para volver a recostarse, aunque era su primera vez en tal situación parecía toda una experta en el tema. -Tus...libros...te dan ventaja- reprendió Sunset antes de volver a besarla, estaba locamente hipnotizada por la belleza de su amiga y solo se concentraba en hacerla delirar, aunque cuando creía lograrlo era Twilight quién le tomaba ventaja y la tornaba dócil.

La mañana la sorprendió aún envueltas en sábanas, Sunset no recordaba cuando se había dormido, al parecer Twilight se le había adelantado hace mucho tiempo ya que no había rastros de la joven que ,en su mente, había estado con ella hacía unos segundos. -Al fin te despiertas dormilona- anunció Twilight mientras ingresaba por la puerta con un vaso de limonada junto con algunos aperitivos dulces. Instintivamente Sunset se cubrió con las sábanas lo que despertó una pequeña carcajada por parte de la anfitriona -Por favor Shimmer, ya he visto todo de ti, no es necesario que lo ocultes- aquel comentario hizo que la pelirroja se sonrojase aunque asintió bajando las sábanas a la altura de su cintura, todavía avergonzada por mostrar su cuerpo. No le incomodaba desayunar de esa manera, si no que la mirada lujuriosa de Twilight cada vez que movía su cuerpo le llegaba a avergonzar -Twi... ¿Me alcanzas la chaqueta?- preguntó con timidez la muchacha señalando la prenda que se encontraba a un costado de la habitación a muy pocos pasos de Sparkle. -Esto de dejar ropa tirada por toda mi casa no es muy amable de tu parte- se burló la princesa mientras recogía la prenda sin mucho esfuerzo, una vez más la sensación de tener a la feroz Shimmer como un tierno gatito que apenas podía articular palabra sin sonrojarse le encantaba.

Twilight se acercó por detrás y le colocó la chaqueta sobre los hombros a su amiga, cubriendo lo que hasta ese momento dejaba al descubierto pero sin cerrarla, le parecía muy divertido poder hacer aquellas cosas con Sunset sin que esta pudiera imponer algún deseo de frenarla. -Eres muy linda- le susurró antes de darle un beso en la mejilla y despedirse momentáneamente, aquella acción dejó a Shimmer como un rubí en medio de la habitación, ni ella misma podía reconocerse en esos instantes. Cuando Twilight estaba cerca la hacía flotar, la llevaba a otra dimensión donde no tenía ninguna autoridad y al regresar al mundo real sus acciones parecían las de otra muchacha. -Es tan... agradable- susurró para sí misma mientras terminaba su desayuno.

Luego de tomar un baño, Shimmer se dirigió al Living donde encontró a Twilight leyendo un libro, al parecer para el examen que pronto tendrían en el instituto. Le llegaba a sorprender como una chica tan aplicada, tranquila y responsable la hacía llegar a esos límites. Al verla llegar, Twilight cerró su libro delicadamente y lo dejó sobre una pequeña mesa que tenía al costado de su sillón. -Tu expresión es divertida- inició la princesa levantándose de su sillón morado y avanzando hasta su amiga quién estaba nuevamente paralizada, la muchacha acarició suavemente la mejilla de Shimmer quién no tardó en acostumbrarse a la sensación. -Mira, parece que los roles han cambiado- aseguró Twilight quién ahora poseía el control total de la relación entre ambas. -¿Te dan ganas de besarme?- preguntó en clara referencia a ese primer encuentro en la cafetería y sonrió al ver como Sunset perdía la resistencia y se acercaba a sus labios. -Esta vez, no hay campanas que me separen de ti- respondió la pelirroja tratando de recuperar algo de su voluntad aunque cuando la besó sabía que había caído en sus manos.

Durante esa semana Twilight no había cambiado mucho a la vista de sus amigas, seguía siendo la chica aplicada, de calificaciones sobresalientes y con una gran energía para leer. Tampoco se veían signos de cambio en Sunset, quizás parecía más alegre de lo habitual pero nadie sospechaba de lo que realmente ocurría entre ambas. Sus amigas mas cercanas apenas querían tocar el tema de las parejas y esto les facilitaba mucho la aventura que vivían.

-¿Una pijamada con solo tres personas?- preguntó incrédula Sunset cuando Pinkie propuso la idea, la pelirosa sonriente les explicó que todas tenían planes para aquella noche de viernes o trabajos diversos que completar por lo cual solo estaría ella sola en su casa. Ver rogar a Pinkie para que Twilight y Sunset no la dejaran sola hasta daba ternura, la chica hasta había llorado, pero con su humor cambiante al escuchar la afirmación de ambas muchachas las lágrimas parecieron evaporarse en un segundo. -¿Qué piensas Twi?- preguntó Sunset apenas Pinkie se hubiera marchado del lugar, no quería negarse pero tampoco mentirle a una de sus amigas más cercanas. -Opino que nos vamos a divertir esta noche- anunció con algo de picardía la princesa, una faceta que Sunset apenas estaba conociendo, sin mucho más remedio la pelirroja terminó por seguir los deseos de Twilight.

Episodio 3[]

Esa noche llegaron al apartamento de Pinkie con una puntualidad intachable, al abrir la puerta la pelirosa las invitó a pasar e instalarse. Había preparada una gran cantidad de aperitivos, bebidas y comidas de diverso origen, decir que aquella visión no les abrió el apetito sería mentir. Ya habiendo dejado las cosas en la habitación principal, las adolescentes se dispusieron a cenar, tomando cada una diferentes platos. Durante la cena todo parecía normal, algunas veces Twilight se le insinuaba de manera discreta a Sunset por medio de caricias en los brazos o alguna que otra frase, sin embargo nada pasaba de los límites de cualquier amistad.

Sunset se encontraba nerviosa, no sabía como reaccionaría Pinkie a lo que la princesa había planeado, aunque tampoco sabía en que forma la involucrarían. El deseo nublaba su mente, podía renunciar en cualquier momento pero con solo mirar los labios de Twilight y sentir sus caricias esa idea se extinguía por completo. -Muy bien, ¿Qué te parece un juego Pinkie?- anunció naturalmente Twilight mientras las tres se dirigían a la habitación. -¡Me encantaría! ¿Pero que clase de juego?- respondió la pelirosa al momento de abrir la puerta, muy entusiasmada por iniciar de antemano.

Cuando las tres se encontraban sentadas en el suelo formando una ronda Twilight explicó las reglas del juego -Vamos a hacer preguntas, la que no responda deberá afrontar una prenda- detalló la princesa -Para hacerlo más interesante, no se podrán negar sin importar que prenda sea- finalizó observando fijamente a Sunset, sabía que si ella aceptaba Pinkie caería en la trampa. -Yo estoy dentro- anunció la pelirroja tras suspirar unos segundos, sus nervios eran palpables pero al contrario Twilight se veía muy relajada y esto hacía que Pinkie confiara en las dos. -No me voy a echar atrás, ¡Empecemos!- gritó con entusiasmo la pelirosa mientras se iniciaba la primer ronda de preguntas.

Las prendas fueron al principio muy inocentes y básicas, bailar cierta canción vergonzosa, decir el nombre de la persona que le gustaba, comer algo con los ojos cerrados. Todo este ambiente fue usado para que Pinkie se sintiera cada vez más ansiosa de seguir y poder ganar el juego. Para la segunda ronda Twilight comenzó con prendas más osadas, cuando Sunset perdió hizo que esta se quitara la falda y al fallar Pinkie hizo que se quitara la blusa. -Somos chicas, no importa- había dicho la pelirosa mientras obedecía las reglas, ya que anteriormente Sunset había obedecido. Shimmer notó la lujuria que se encendía en la princesa mientras Pinkie cumplía la prenda, comenzaba a sentirse un poco celosa de su amiga ya que creía que la mirada de Twilight debía centrarse solo en su cuerpo y no en otro ajeno.

Al llegar a la tercera ronda todas habían perdido la mayoría de sus prendas, sonrojadas pero aún divirtiéndose decidieron continuar una última ronda. -Pinkie, eso no es correcto, bésame- anunció Twilight al ver que su amiga había fallado, la pelirosa lo dudó por unos instantes pero luego aceptó solo para tener una oportunidad de ganar al final. Lentamente se acercó a Twilight, todavía cubriendo con sus brazos su desnudez superior, para luego buscar los labios de su amiga. Twilight pudo sentir una diferencia en cuanto a Shimmer, los labios de Pinkie parecían ser más dulces aunque menos suaves que los de la pelirroja. El beso duró demasiado para el gusto de Sunset quién lejos de apartar la mirada las vigilaba de cerca, al concluir la prenda el juego continuó. El nivel de dificultad se incrementaba y con ello las prendas, los besos llevaron a caricias, las caricias llevaron a nuevos lugares para besar y en poco tiempo el juego había quedado en el olvido.

Las tres adolescentes se habían entregado a la lujuria, el juego parecía haberse tornado en el poder. Twilight y Pinkie parecían desenfrenadamente combatir por dominarse mutuamente, mientras que Sunset se esforzaba por no perder a Twilight en manos de la pelirosa. -Twi...eres muy traviesa para ser una princesa de tu mundo- anunciaba entre caricias y besos la pelirosa que lograba estremecerla -Tú eres la traviesa...y mi cargo no tiene nada que ver en esto- le respondía desafiante la muchacha devolviendo cada beso y caricia que recibiera. -Ustedes dos... no se olviden de mí- se oía decir a Sunset quién había abandonado los celos y atacaba con besos, caricias e incluso pequeños mordiscos a ambas muchachas por igual.

La noche finalizó con una victoria inconclusa, las tres habían alcanzado su límite y solo se limitaron a abrazarse, cuando Twilight despertó siendo abrazada por ambas muchachas se limitó a suspirar con una sonrisa. Nunca se hubiera imaginado en tal situación, había gozado por toda una noche con dos de sus mejores amigas y aunque en ese momento se sentía agotada algo en su interior le pedía que siguiera con más. -Twi...- susurró entre sueños Pinkie quién se había aferrado a ella con suavidad -Light...- finalizó Sunset al poco tiempo sujetando a la princesa por el otro costado. -Sigan soñando así- respondió en un susurro acariciando los cabellos de ambas, de cierta manera le daba ternura tenerlas a su merced, una sonrisa iluminó sus labios durante el resto del día.

-¿A qué te refieres?- preguntó Twilight a Sunset una vez que ambas quedaron solas en la cocina mientras Pinkie tomaba una ducha. -Sabes a lo que me refiero, Pinkie está bien pero conozco esa mirada y también planeas incorporar a otras en tus juegos.- le recalcó seria la pelirroja demostrando en aquellos momentos que tan feroz podía llegar a ser para defender lo que consideraba suyo. -¿Celosa? Por favor, solo es un juego- se excusó la princesa desligándose del tema pero fue sorprendida cuando Sunset la aprisionó contra la pared. Las manos de la muchacha se habían clavado como garras en sus brazos y la fuerza que tenía era inmensa, Twilight se percató de que estaba furiosa -Dime que son un juego y mírame a los ojos- exigió Shimmer mientras le ofrecía una mirada intimidante y llena de curiosidad -Lo son...- respondió nerviosa Twilight sin desviar la mirada -Tú eres mi única aventura real- finalizó logrando así que Sunset la soltara. -Te creo, pero que no se te ocurra traicionar mi confianza- finalizó antes de salir de la habitación dejando a Twilight aún temblando por la fugacidad de la situación.

Por primera vez Twilight sintió dudas con respecto a lo que hacía, deseaba jugar con otras de aquel modo íntimo siempre y cuando Sunset estuviera presente pero también comprendía que lo que Shimmer sentía estaba por encima de aquel juego lujurioso que ambas habían comenzado. -¿Qué voy a hacer?- se preguntaba a si misma mientras buscaba la forma de compensar a la pelirroja, los celos eran malos en exceso y no quería que nadie sufriera la ira que Sunset ya había demostrado que podía tener. Lo que había comenzado como un simple juego era ahora un asunto muy serio.

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